No es que crea en lo que se celebra estos días,el nacimiento de un niño a quien llaman Dios, pero éso es lo de menos. Lo de más es el significado simbólico que damos a estas fiestas, en las que lo familiar y el deseo de mejora como seres humanos hace que los ateos CREAMOS. Es cierto que crecí con esos sentimientos que, sin ser del todo religiosos sí eran de intentar recuperar lo bueno que hemos ido perdiendo por el camino. En fin, lo que en realidad quería era volver al blog en esta nueva etapa de desconcierto. Como lo que abundan son las malas noticias, hablaré solo de las que más me impacten o sobre las que tenga algo que decir.
La vida sigue, a pesar de todo, y, sobre todo, porque "nos queda la palabra"
FELICES FIESTAS!!