LA AMBIVALENCIA DE NUESTRA SOCIEDAD

Ignacio Ramonet gana el Premio Antonio Asensio de Periodismo por su lucha por un mundo más justo y más libre

Bien que se premie la labor de un periodista «por su lucha constante a favor de que otro mundo sea posible, un mundo donde la libertad se apoye sobre la justicia como forma de convivencia mundial». También estaría bien que se le escuchase un poco:

"... a través del fondo de rescate bancario, el gobierno transfería a las instituciones bancarias y de ahorros (responsables de la burbuja inmobiliaria) hasta 90.000 millones de euros... No contemplaba aumentar significativamente la fiscalidad de las rentas más altas, ni crear un impuesto sobre las grandes fortunas, ni reducir los presupuestos de defensa (unos 8.000 millones de euros anuales), ni la financiación de la Iglesia católica (unos 6.000 millones de euros), ni tan siquiera la partida presupuestaria de la Casa Real (casi 9 millones de euros)..." Leer el artículo completo en LE MONDE DIPLOMATIQUE

TODO CAMBIA, NADA PERMANECE

Todo cambia, dijo Heráclito, y nunca como hoy me había dado cuenta del alcance de esa afirmación. Las personas cambian de ideología o la adaptan a los nuevos tiempos en donde la línea que separa el bien y el mal se diluye en nuestra sociedad. Buena prueba de ello la tenemos en nuestro presidente, el español digo. Sí, ahora dice diego y lo dice tan convencido que dan ganas de creerle. Las presiones son diplomáticas y éso no es malo si lo comparamos con las de las armas. La libertad está en boca de todos, como antes lo estaba la acción en nombre de Dios, y lo mismo sirve para pedir derechos básicos que para aplastarlos. Como la línea está tan poco visible se tiene uno que esforzar muy mucho para entender algo. Lo más fácil es pasar y ocupar las energías en el propio disfrute -si se puede- entreteniendo la mente en cosas concretas y cercanas, o arrimarse a un grupo de ideología parecida a la nuestra y aceptar sumisamente las directrices que dan otros.

Ir en solitario sin entregarse, es una odisea. Siempre lo ha sido, pero en otros tiempos las cosas estaban más claras.