¿DE VERDAD SOMOS UN MODELO DE SOCIEDAD?

Hoy un hombre se ha quemado a lo bonzo, en Francia. El año pasado se suicidaron 25 empleados de su misma empresa: France Télécom. Estos días estamos también asistiendo a la represión sangrienta de la dictadura siria sobre su pueblo. Dos mundos, al parecer muy distintos, pero ¿en realidad lo son tanto?. En los dos mundos predomina la violencia, en uno la más salvaje, la física, en el otro otra violencia, tan sutil y perversa que hace volver la agresividad del agredido contra sí mismo. Los que pierden su trabajo o son rebajados en su dignidad profesional no saben o no pueden volverse contra los poderosos que los trata como simples números y se vuelven contra ellos mismos. ¿Por haberse, quizás creído que formaban parte de una empresa que era como una "familia"? Porque éso es lo que se han cansado de repetir día tras día y año tras años empresarios que necesitaban de la colaboración de sus empleados. Ahora su "familia" quiere ganar más y les abandona. Quizás piensen que han hecho algo malo. O que los pobrecitos empresarios no tienen más remedio que darles una patada en el culo. No sabemos qué pasa por las mentes de quienes se castigan a sí mismos por ser despojados de sus sueldo y de su dignidad. Podrían haber protestado, como los ciudadanos del norte de África. Pero allí todo está más claro. No se si quieren llegar a alcanzar nuestro modelo de sociedad, quizás intuímos que sí y por éso les admiramos..... ¿De verdad quieren ésto?

REBELDES SIN CASA

"Los jóvenes pagan los platos rotos de la crisis y ven que su futuro es cada vez menos atractivo - El individualismo condiciona la respuesta - El desapego de la política, ¿es apatía?"

Interesantísimo reportaje de El País, que da cuenta del aún tímido movimiento de Juventud sin Futuro: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Indignados/poco/movilizados/elpepusoc/20110417elpepisoc_1/Tes

QUE PAREEEEEEN QUE ME APEEEEEEEEEO!!!!

2011 y buceando en el pasado no muy lejano para encontrar rastros de un mundo habitable, que progresaba hacia una humanidad más rica, no en dinero precisamente, sino en valores como la solidaridad, la dignidad, la veracidad.... Con la unión europea creíamos que, apenas sin fronteras, la libertad de movimientos y de justicia iba a acabar con murallas de incomprensión y de injusticias, con la creación de la ONU creíamos tener un organismo que defendiera los derechos humanos.

La crisis actual no es monetaria, es una crisis que abarca a hombres y mujeres y al planeta entero, a todos menos a unos pocos que tienen preparados su refugios nucleares y su disociación mental. Para ellos no existen las penurias económicas ni el peligro de perder el planeta, pues hasta puede que dispongan de un lugar en cualquier otro. Los demás, los desgraciados que seguimos votando y aplaudiendo a quienes nos están llevando al barranco, lo tenemos crudo. Nuestros jóvenes pasan el día calentando los bancos de las plazas, y las noches de juerga loca como única manera de no pensar en lo que las noticias -las restrigidas noticias que nos llegan- les muestran. Ni protestamos. Ni nos dejan protestar los que dicen representarnos. No por represión bruta, como en otras épocas, sino por la comida de coco tan bien hecha. La psicólogos no denuncian lo que ven, que es el manejo brutal de las emociones para conseguir el fín deseado por los poderosos: gente no solo sumisa, sino convencida de que hay que tirarse al barranco para salir de la crisis. Nuestro presidente Zapatero, a quien voté en un arranque de esperanza, no es capaz siquiera de pedir perdón por su traición. El que según las encuestas le sucederá, Rajoy, se frota las manos porque va a encontrar unos españoles tan cabreados con los socialistas que se le van a entregar sin mirar que si el uno es malo, el otro es peor.

Que no me pongan a los japoneses como ejemplo de nada. Ni rechistan enmedio del infierno que están viviendo. Éso no es contención ni respeto, ni confianza en la autoridad. Éso es tener los ojos vendados a la realidad.

Que los dioses nos protejan.