8/12/09

FIESTAS DE NAVIDAD versus FIESTAS DE INVIERNO

Decían de cambiar el nombre de “Fiestas de Navidad” por “Fiestas de Invierno”. A mí me da lo mismo, porque cada uno celebrará, como siempre, las fiestas a su modo y con los sentimientos o ideales que tengan. Yo creo que las creencias no se imponen ni tampoco se arrancan, por mucho que algunos se empeñen. Como mucho logran que la gente camine uno detrás de otro, como los borregos, pero no se cambia el corazón de las personas. Se cambian las chaquetas, si conviene, pero no los cuerpos ni las mentes, y menos a golpe de decretos.

Uno nace entre personas que le dan a mamar, además de leche, ideales y costumbres que les hacen ser lo que son. Si todo eso lo recibe el niño con amor, seguramente va a guardarlo dentro suyo para siempre. Puede que no lo reciba así y entonces se rebelará, antes o después contra lo que ha sentido como una imposición injusta. La religión no haría daño si no se impusiera. La cuestión es que ahora ya está impuesta, tras unos cuantos siglos en que los gobiernos se han adueñado de las creencias de su súbditos. De todos. Argumentan que es tradición. Si siguiéramos las tradiciones aún seríamos caníbales. Cada uno defiende sus criterios con argumentos sin una base ni lógica ni histórica. Pero aquí estamos con un debate más sobre si se cambia a golpe de decreto lo que se instauró del mismo modo.

Me da igual. Ni me preguntaron antes ni me preguntan ahora. Mientras, las luces navideñas inundan las calles de Barcelona, pretenden ser un estímulo para las compras. Alguien dijo que ni que fuéramos mosquitos.

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