En mis tiempos de cristiana y católica aprendí muchas cosas de esa doctrina de aquel Jesús que murió en una cruz. No me arrepiento de saberme su doctrina, aunque ya no ejerza, porque lo que predicó aquel hombre me parece un mensaje lleno sentido común, de comprensión hacia los demás, de no violencia. Hoy en la mesa de las Cortes valencianas han colocado una sólida cruz, mientras la policía apaleaba a los indignados que reclamaban a gritos algo muy parecido a lo que Cristo predicaba: Paz y justicia social. Él criticó a los fariseos y los llamó "sepulcros blanqueados". Hoy, después de 21 siglos, el tufo salía de les Corts...
retrocedemos como los cangrejos... pero más deprisa. No obstante, muchos seguimos contra viento y marea.
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