Barcelona a dicho NO a la represión de los indignados de Madrid. La ramblas se han llenado de indignados catalanes que hoy eran también madrileños, como lo han sido también muchas de las estatuas que descansaban de su rigidez para solidarizarse con ellos a su paso por las ramblas. Los guiris no han perdido la ocasión de llevarse este souvenir de BCN en sus cámaras. Algunos preguntaban qué era éso y después sonreían. Seguro que lo entienden. El resto de Europa no está mucho mejor que nosotros, pese a los diferentes gobiernos, porque todos se han puesto de acuerdo en lo mismo: venderse a los mercados.
Personas mayores, unas cojeando, otras con importantes discapacitaciones, allí estaban, mano a mano con jóvenes llenos de fuerza, de vitalidad que, no obstante y por primera vez en nuestra historia, saben controlar mucho mejor que los encorsetados políticos. Los indignados son un ejemplo a seguir y éso no lo puede negar nadie.
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