Unos 12.000 niños acudirán de manera "obligada" a las plazas de toros durante este curso en la Comunidad de Madrid

Hay para echarse las manos a la cabeza! Los aficionados a los toros no tienen bastante con inculcar tan "noble arte" a sus cachorros, sino que lo quieren hacer ver a los hijos de los demás. Dicen que es tradición sin caer en que otras muchas tradiciones han caído a golpe de cultura y de humanidad. Se puede uno divertir y crear arte sin maltratar a otro ser vivo. Lo que no dicen esos energúmenos es que al defender esa "cultura" están defendiendo los intereses económicos de un montón de personas que viven del toreo. Nuestro (¿nuestro?) gobierno, decididamente, tiene el pelo graso y casposo. La noticia