El ayuno como fuerza reivindicativa de derechos humanos, como arma pacífica contra todas y cada una de las guerras: la de las armas, la del hambre, la de las injusticias... Cuando firmas un comunicado puedes olvidarte al poco, pero si pasas un día sin probar bocado, seguro que te acuerdas para siempre, y seguro que en algún momento de aquel día, piensas en los millones de personas que no tienen qué llevarse a la boca.
El compromiso
retrocedemos como los cangrejos... pero más deprisa. No obstante, muchos seguimos contra viento y marea.
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