La consejera madrileña de Familia y Asuntos Sociales y el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid protagonizan esta vergonzosa noticia: Múgica acusa a Moix de "contar 'Alicia en el país de las maravillas" al negar los malos tratos a menores. La investigación está por hacer, pero las palabras de algunos "especialistas" en el trato con entos jóvenes hablan por sí solas.
Parece increíble (¿o no?) que hoy día, con tanto estudio y atención psicológica de la que fardan nuestros gobernantes, se siga tratando de domesticar la rebeldía, la psicopatía y/o la locura de unos jóvenes tratando de "doblegar toda su resistencia". El resultado de esa "técnica" está muy claro: la muerte. La muerte física o la muerte psicológica. Porque nadie que se quiera considerar persona puede renunciar nunca a su propia energía, nadie que se quiera llamar persona puede obligar a otro a ello. Ni con medios físicos ni con medios psicológicos. Ni con el más sofisticado de los pretextos. Esos jóvenes pueden ser muy conflictivos, incluso peligrosos (para el resto de una sociedad que sí pasa por el aro de lo correcto), pero son tan personas como las demás y tienen todo el derecho a que se les respete y se les ayude a canalizar sus energías. Para éso están los verdaderos especialistas, no para domesticar a costa de lo que sea, sino para hacer posible la vida, también a esas personas.
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