Ya somos dioses! Ya tenemos en nuestras manos el poder de la creación! El BingBang producido por nosotros mismos nos va a hacer espectadores del secreto más profundo que los humanos queríamos desvelar: ¿de dónde venimos?.
Paseando por algunos foros he podido leer opiniones contrarias al experimento. Como siempre, los más listos se colocan al lado del dios ciencia y aceptan los peligros que ésta pueda traernos, todo por SABER. Los desconfiados (como yo) piensan que por querer saber de dónde venimos (incierto) corremos el peligro de poder saber a dónde vamos a ir si continuamos con tanta locura subvencionada: a la mierda (sin perdón). Los creyentes llaman demagogia al argumento de que es indecente gastarse miles de millones de euros en semejante azaña mientras mueren de hambre miles de millones de personas. Y es que cuando se polemiza sobre algo, los argumentos se colocan donde y como se quiere.
Hay algo que solemos olvidar los humanos y es el sentido común. Es algo muy simple, casi irracional, un instinto de supervivencia que nos permite usar las experiencias de otras muchas personas para mejorar nuestra vida. Creo que hoy, más que nunca, se nos quiere dar gato por liebre, es decir, enterrar el sentido común en aras del dios ciencia. Y ahí aparecen los iluminados, los que saben disfrazar sus neuras, sus deseos de omnipotencia, como si de un bien para toda la humanidad se tratara, somo si las personas inteligentes no pudieran dejar de apoyar experimentos costosísimos, pasando olímpicamente de las necesidades reales que tenemos si somos capaces de tener un pensamiento global.
Ahí estaría, segín mi punto de vista el verdadero BingBang que podemos crear las personas de hoy: un pensamiento, unos sentimientos, una justicia, unos medios económicos a nivel glogal, que nos permita a toda las especies que poblamos la tierra unas condiciones de vida óptimas. No una esquizofrenia en la que mientras medio mundo se muere el otro se pregunta de dónde viene. Al que se muere no le importa éso, lo que le importa es sencillamente poder vivr.
Un chiste genial. Por Ramon
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