Creo que no hay mayor afrenta para los que defienden sus ideas con las armas o la violencia de cualquier tipo que encontrarse con personas que defiende las suyas solo (¿sólo?) con la fuerza del pensamiento. Y es que los librepensadores dan mucho miedo. Son personas que no se suman al rebaño, no van por donde les dicen porque todos van, sino que buscan razones que les expliquen por qué tienen que ir por ahí. Y hasta es posible que esos "insumisos" puedan aportar otros datos, otras ideas, otras estrategias para ir por caminos más útiles o menos dolorosos.
Así aparece hoy en El País la noticia en que se ofrecen 200.000 euros por matar pacifistas. ¡Cuánta fuerza tiene la NO VIOLENCIA!
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