MORIR DE PENA

Parece una tontería, una cursilada y, seguramente, muchos lo deben considerar un intento de manipulación. La anciana de 84 años se resisitía a dejar su casa en la huerta porque sabía que no podría vivir en un piso. Su casa estaba tocada de muerte (como ella), porque el consistorio decidió que por allí debía pasar una gran avenida. Le ofrecieron mudarse a un piso, pero ella pedía una casita similar a la suya, donde pasar sus últimos años de vida. Ella y su marido de 90 años. Lucharon un año por conseguirlo, pero finalmente no pudieron con la razón aducida por el ayuntamiento de Murcia: "Estas casas están llamadas a desaparecer". Una razón lapidaria que lapidó a la anciana. Al cabo de cuatro meses de vivir en el piso, la anciana fallece.

¡Qué pequeñas se vuelven las razones y las personas que las utilizan cuando no tienen la flexibilidad, la humanidad, como guía de sus actos. Con 84 años difícilmente se puede uno amoldar a un cambio de vida tan radical. ¿Era tan urgente la construcción de esa avenida?¿No podían proporcionarles una mísera casita con huerta y animales para que esa pareja pudieran acabar su estancia en este mundo de una manera que para ellos era felíz?

¡Un cero para el ayuntamiento de Murcia!

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