Hoy ha sido Antoni Bassas en Catalunya Radio, no hace mucho fue Joan Barril en Com Radio. Ellos se cabrean, se duelen, pero al fin y al cabo, los que pagamos el pato somos los oyentes. Los directivos que así actúan tendrían que tener unos motivos muy importantes, objetivamente hablando, para que esos cambios se justificaran. Ya se que tienen todo el derecho de hacer lo que les de la gana, y si hablo de justificación es una justificación moral con la audiencia. Pero no la hay. Todos los argumentos que dan son retóricos, ni uno solo se aguanta ni se entiende si no los pasas por el cedazo de la política. Y la política, señores míos es tan necesaria como repugnante. En muchos casos, no siempre, por suerte, pero cuando como hoy nos dejan sin esas voces entrañables es como cuando te despiden de una empresa después de años de decirte que "somos una familia". ¡Y una mierda! (con perdón). La única familia que tienen los empresarios es la ganancia económica y no deberían contratar personal de recursos humanos para que hagan creer a los trabajadores que no es así. El único objetivo que tienen los políticos es conseguir clientela, muchas veces a costa de las propias convicciones, y no debería ser así. Creo que deberían volver a llamar a las cosas por su nombre, porque al fin y al cabo.... NO SOMOS TONTOS!!
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