Los pederastas son personas que no han podido madurar sexualmente al mismo ritmo que su edad, sienten como niños y solo con niños pueden -se atreven- a excitarse. Hasta aquí nada que objetar, cada cual tiene sus limitaciones. Lo terrible es cuando estas personas no son conscientes o no les importa el daño que inflingen a los niños, esos seres inmaduros (como ellos, pero ellos sí que en consonancia con su edad). El daño está en que se les priva de unas etapas de su vida en las que el sexo permanece en segundo o tercer plano, mientras otras facultades se van consolidando. El pederasta irrumpe e interrumpe ese desarrollo del niño, hace del sexo (por otra parte incomprensible para la criatura) el centro de su vida, porque los estímulos a que es sometido son demasiado fuertes para su capacidad y porque casi siempre el abuso permanece en el secreto, gracias, por supuesto, a las amenazas del pederasta. El niño no lo entiende, pero sí siente la impotencia de quien no se puede defender. El niño no lo entiende, pero sí siente que él tiene la culpa. En parte, porque posiblemente sienta placer con la seducción del pederasta, también porque en su interior piense que podría denunciarlo y no se atreve. En todos los casos la criatura queda marcada para siempre.
Todo ésto viene a cuento con la noticia que he leído en El País "Víctimas para siempre", en que los pederastas son religiosos. Una víctima se queja de no haber conseguido que el Papa le reciba, en su visita a Australia. Para él era la única manera de poder superar los traumas que arrastra desde que sufriera violaciones a los 13 años por el párroco Paul Rex Brown. El Papa era un símbolo para él, el símbolo de su liberación. Pero le ha sido negada la audiencia. Dios (su representante, tan importante él) no debe de estar por esas mimeces.
Mi pregunta; ¿CUÁNTOS CLÉRIGOS, MAESTROS, MONITORES, CANGUROS, PARIENTES CERCANOS.... estarán en estos momentos abusando de NUESTROS niños? El cariño que les tengan no les justifica.... ¡ESTEMOS ALERTA!
El Periódico: Un documental recoge la voz de un religioso de EEUU que abusó de niños durante 20 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario