Me parece estar repitiendo la historia, volviendo a los días grises en que los grises perseguían y apaleaban a los estudiantes, todos ellos envueltos en el gris de la intolerancia, en el gris de una sociedad que sólo se sustentaba con el jarabe de palo.
Era de cajón que a Saura le concedieron la consellería de Interior porque sus socios de gobierno sabían que iba a salir más quemado que una falla, pero lo que no preveían los socialistas era que el tal Maragall (no Pascual, sino su hermano) acabaría más negro que un tizón en su consellería de Educación. Hoy (hace ya tiempo) los dos se han lucido (La noticia) y la oposición, la derecha, se frota las manos, se lava bien la cara, se peina y acusa a esta izquierda descolocada, de todo menos de bonita. Y el caso es que la culpa de los desaguisados que ocurren hoy en Catalunya no es ni de la izquierda ni del tripartito. Bendita la izquierda cuando es auténtica y no imitadora de los valores de la derecha. Porque por mucho que quieran negarlo, hay diferencias entre las dos. También bendito el tripartito, una forma de gobierno que asegura (al menos mínimamente) que un único partido NO haga lo que le viene en gana. El problema es, pienso, un problema de identidad, y hoy en Barcelona, un gobierno de izquierdas ha aporreado a un grupo de estudiantes encerrados en la universidad contra el Plan Bolonia. Como el resto de estudiantes europeos exigen una Universidad que no dependa del mercado. La policía les han echado fuera y les han aporreado.... ¡Ahí es nada, muchachos(as), os habéis enfrentado al capital!!
web de la tancada a la UB
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