Ernest Maragall quiere eliminar el bachillerato nocturno de los estudio reglados y sutituirlo por el bachillerato on-line. Cierto comentarista decía que Maragall tiene experiencia en éso porque él mismo lo cursó en las horas nocturnas. Una servidora también y por éso no entiendo que alguien que ha podido gozar de ésa oportunidad se la quiera negar a los demás.
Cuando uno o una decide estudiar de noche normalmente no es porque durante el día está durmiendo o de fiesta, sino porque está trabajando y no tiene otra manera de acceder a unos estudios que, por el motivo que sea, le motivan tanto que no le detiene ni el cansancio ni la pereza para asistir a ellos. El señor Maragall no se si ha cursado algún estudio on-line -me parece muy bien esta opción para los que así lo prefieran- pero me da en la nariz que él no debe haberse escatimado la presencia insustituible de los profesores, esa transferencia no solo de conocimientos, sino también de valores, de sentimientos, de humanidad en suma, que no puede irradiarse desde un teclado.
Me parece vil, señor Maragall, que sea usted tan tacaño como para ahorrar con unos jóvenes que pueden seguir beneficiándose de lo que usted mismo disfrutó.
retrocedemos como los cangrejos... pero más deprisa. No obstante, muchos seguimos contra viento y marea.
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