Últimamente se me han hecho evidente, de repente, el nivel de borreguismo que, pese a mis esfuerzos por no dejarme llevar por la corriente, he asolido.
Son avances de la técnica que nos prometían una vida más fácil, más agradable, algo impensable hace solo unos años y que hoy se nos vende como una necesidad y una maravilla.
El que explico ahora está de rabiosa actualidad, pues tiene que ver con el agua, ese bien tan preciado que hemos visto peligrar con la sequía más importante de los últimos años en nuestro país. Nos hemos concienciado de esta manera de la necesidad de no desperdiciar ni una gota de agua, ¿no? Pues ahí va éso:
APARATOS, FILTROS PURIFICADORES DEL AGUA DEL GRIFO:
Hace tres años me convencieron de instalarme en casa un aparato para purificar el agua del grifo y ahorrarme así el dinero y el peso de las garrafas que compraba, ya que en esta zona la del grifo sale asquerosa, de sabor y llena de porquerías (microscópicas, claro, y potable según las autoridades sanitarias, aunque quisiera ver yo qué agua beben ellos). El caso es que me gasté mi dinero y estaba tan satisfecha por el sabor y la calidad que me proporcionaba dicho filtro. Pero había algo que yo no entendía y era el gasto exagerado de m3 de agua que venía en la factura, sin que nadie me diera ninguna explicación. Hoy la he sabido, cuando un técnico de la empresa del aparato ha venido a cambiarme los filtros (97 euros cada año) y me ha comentado, como de paso, que POR CADA LITRO DE AGUA QUE LA MÁQUINA DEPURA, TIRA A LA TUBERÍA 4 LITROS DE AGUA CON LOS RESIDUOS FILTRADOS
-"¿Cómo? No es posible!
- ¿Y cómo cree que se depura el agua?
-Éso no me lo dijeron, si me lo hubieran dicho no la hubiera comprado.
-Ah, señora, los vendedores, por vender...!
-Pues yo no quiero seguir usándola
- ¿Quiere que le coloque una pieza que hará que en lugar de tirar 4 litros tire 3? Vale 85 euros.
- ¡!
... Ahí está la máquina... cada vez que la miro.... ¿qué haré con ella? he pagado un dineral por algo que va en contra de todo sentido común: tirar el agua.
Claro que lo haré: volveré a las garrafas, aunque creo que ya no las venden de vidrio.
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