Las palabras tienen gran importancia en nuestro mundo civilizado, y la tienen cuando responden a un pensar y a un sentir, cuando en definitiva, son sinceras. No se si las que ha pronunciado Ángela Merkel en el Parlamento isrelí lo son, pero me ha gustado escucharlas. Aún más, era necesario que algún mandatario alemán las pronunciara alguna vez: "El Holocausto llena de vergüenza a los alemanes..." Los horrores cometidos no pueden deshacerse, pero al reconocer la propia culpa, las lágrimas pueden fluir y el odio puede disolverse.
Me gustaría que en España alguien hiciera lo mismo con las víctimas de la represión franquista. Mientras éso llega, me consuelo escuchando las palabras de Merkel y me enorgullezco de que sea una mujer quien las pronuncie.
retrocedemos como los cangrejos... pero más deprisa. No obstante, muchos seguimos contra viento y marea.
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