Hay quien prefiere morir que dar su brazo a torcer. Seguramente son las mismas personas que cierran sus ojos a la realidad -entendida ésta por los datos obejtivos, es decir, contantes y sonantes- y se inventan un mundo a su medida que, a fuerza de creérselo, cuentan como evidente. Así les pasa a personajes como Busch y Aznar con lo de la guerra de Irak: para ellos los miles de muertos que ha originado y origina cada día la invasión, no cuentan ni en las estadísticas: simplemente los ignoran. Pueden, éso sí, contar cuantos soldados americanos y cuantos dólares les ha costado y les sigue costando día tras día, pero las masacres diarias no existen... porque no las miran. Pero la ceguera solo puede ser superada por el cinismo y ése también lo tienen:
Busch: - "Los éxitos son indiscutibles"
Aznar: - "Lo volvería a hacer"
Hay multitud de artículos sobre la historia y el desarrollo de la política en Irak, antes y después de la invasión, que por ellos mismos hablan de cómo está siendo peor el remedio que la enfermedad, y que bajo la excusa de querer llevar allí la democracia, lo que les han llevado es el horror.
Dios(dios) nos salve de salvadores como ésos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario