¡DE PENA!

Vaya una jugada tan astuta como penosa, la de Zapatero fichando a una mujer y para más datos, embarazada, como ministra de Defensa. Más o menos como la sibilina idea que tuvo Montilla fichando a Saura -un ecologista de debó- como conseller de Medi Ambient. La jugada es perfecta: Pones en los lugares de máxima responsabilidad a personas que por su sensibilidad -del tipo que sea- podrían estar en contra o ser críticos con algunas dudosas actuaciones del gobierno , y ya tienes a la posible oposición amordazada de pies y manos, y ya tienes al colectivo que esas personas representan metidos hasta el cuello en las decisiones impopulares que sus líderes se ven "obligados" a tomar.

¡Pufff! qué mal trago para empezar. Primero porque mi esperanza de que el sentir (no la condición biológica en sí) femenino como una posibilidad de que el mundo vaya pasando del arrebato competitivo-agresivo-machista al de la cooperación -solidaridad-¿defendernos... de qué?¿de quién?, se venga abajo quemando a líderes valiosos que pueden aportar sus energías en cambiar el sistema destructivo en el que nos han ido metiendo. Si a esas personas las y se ponen en lugares para administrar tantos desaguisados como se están cometiendo, decidme: ¿En dónde quedan nuestras esperanzas de poder cambiar esa concepción del mundo competitiva? ¿Enviará Carme Chacón soldados a las guerras? ¿Podrá imaginarse que manda a una hijo/a suyo? Con Saura ya estamos viendo el papel lamentable que ejerce cuando manda fuerzas represoras contra quien está reivindicando lo que él reivindicaba .

De pena.