Me paseo de vez en cuando por el mercadillo de Gavà -lo que queda de él- y charlo a veces con paradistas que casi siempre tienen cara de palo. -"No vale la pena venir, ya ni viene gente desde que nos cambiaron a esta plaza, no vendemos porque la gente no viene, no nos sale a cuenta, las paradas van plegando y los pocos que quedamos tenemos los días contados. Es un pez que se muerde la cola: cuantas menos paradas menos vida. Ésto se muere". Casi siempre que me acerco veo el mismo ambiente casi desierto y a ellos, con los mismos lamentos. No entienden -yo tampoco- que los pueblos vecinos tengan sus mercadillos ubicados en lugares donde acude la gente y en Gavà el Ayuntamiento se haya desentendido de esa manera de mantener en condiciones un servicio como ése, por lo que tiene de práctico y tradicional.
Hoy ha sido peor, hoy las quejas me llegaban casi con desesperación: -" Otra vez nos trasladan por tres semanas por la Fira d'Espàrregs -la ubican en la plaza que ellos ocupan los Martes-, nos ponen en la calle que llega hasta el Passeig de Joan Carles I, lo hacen por sorteo, a los que les toca arriba de todo, encima de la rotonda donde pasan los coches, lo tenemos crudo, porque ni pasan personas y porque nos jugamos la piel: si un coche se desvíara se nos echaría encima de la parada. A los que le toca cada año ya ni van, y son tres semanas que nos quedamos sin ganar un euro, cuando los impuestos del puesto los pagamos íntegros......
Yo me siento orgullosa de la Fira d'Espàrregs de Gavà, como buena gavanense, pero como diría.... (¿?) NO A ESE PRECIO.
retrocedemos como los cangrejos... pero más deprisa. No obstante, muchos seguimos contra viento y marea.
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